Se nos está haciendo mas duro de lo que creiamos esto de volver a la vida, pero el lunes nos vamos de nuevo a Castellón y esta vez a Burriana, así que más vale no dejarnos nada en el tintero.
Kasabian y
Jake Bugg dieron grandes bolazos enloqueciendo a todos y llevándose la máxima relevancia de la noche, de igual modos corría por el recinto un muy buen rumor sobre el concierto de
Of Montreal. Tom Odell fue para nosotros una de esos gratos conciertos que no te esperabas disfrutar tanto.
En su día el puesto de grupo sorpresa del sábado se lo llevaba
Telegram, unos chavales la mar de majos que pasaban casi tanto tiempo en la VIP como nosotros, jugaban ping pong, bebían cerveza y a horas tardías podías verlos con cartelitos en español con los que pedían éxtasis, Si señor, muy cracks estos chicos que encima sonaron del carajo.
Mientras estos chicos descansaban en la VIP (se quedaron con nuestras caras seguro de tanto verlas), nosotros hicimos una escapadita a otro de los representantes nacionales del cartel, uno al que íbamos a ver con cierto temor ya que no habíamos podido oír en directo su nuevo disco hasta ese momento,
Jero Romero. Podemos prometeros que este disco en directo suena incluso mejor que el anterior, quizás porque les de más juego para el directo o puede que porque las canciones contrastan mas entre si, pero un gustazo.
El sábado fue un día raro y no solo por ver a
Telegram pidiendo pastillas por ahí (seguimos diciendo que son unos cracks),
The Libertines nos tiraron el mito al suelo, cambiar heroína y cocaína por metadona y alcohol no les está sentando bien, desde aquí hacemos un llamamiento para que recaigan o lo dejen del todo. Precedidos por
Lily Allen tenían el listón muy alto y como fueran vecinos de camerinos estamos seguros de que el listón no era lo único.Una
Lily Allen que nos dejó muy poco a la imaginación en un escenario lleno de biberones gigantes y rodeada de bailarinas, mejor que lo veáis.
Sabemos que hemos elegido foto en la que se cortan las manos pero nuestros motivos en la composición tenemos.
Como dijimos The Libertines empezaron de la peor forma posible, sin voces y con un técnico persiguiendo a Pete por el escenario, no conseguían sincronizarse y cada uno llevaba un ritmo diferente. En cuanto a las voces y su vuelta mejor no hablar demasiado mientras que la guitarra de Pete pedía a gritos mas protagonismo, sonando cuando no debía y haciendo punteos fuera de lugar. Un espectáculo nefasto para la música pero un show digno del grupo, muchos ya esperaban algo así.
Tenemos que decir que viendo como estaba el escenario de
Manic Street Preachers durante su concierto no podemos entender la elección, si no hubiese tanto guiri hubiésemos gritado eso de "escenario principal" como si estuviésemos en la Plaza del Trigo en pleno
Sonorama.
El último día ya notamos como el recinto se vaciaba dramáticamente, muchos volvían a casa y solo quedábamos los mejores, esos fibers que llevábamos una semana saltando un aun teníamos ganas de más. Ganas de
M.I.A., ganas de
Travis y sobre todo ganas de
The Presidents Of The USA. Porque hay que decirlo, mucho moderneo, mucho mini short en
M.I.A., mucha barba en
Travis, pero para nosotros el momento del festival fue cantar a grito pelado el
Video Killed The Radio Star mientras los presidentes saltaban con sus guitarras. Sin duda pese a lo que nos gustase a nosotros el triunfador del ultimo día fue
Travis, donde todo el mundo se animo a pasarse y cantar un rato, la marea humana no tenia fin y quienes supieron meterse en el bolsillo a un público que hubiese necesitado más grupos como ellos o
Kasabian para no tener ninguna queja del cartel.
Ya desde la tienda disfrutamos de la pinchada de
Aldo, quien tras tantos años sabe como conquistar el festival y sabe hacernos saltar, pinchada que en la lejanía se mezclaba con la del escenario Trident, la cual nos enloquecía con efectos que nos hacían dudar si la última cerveza no se la habríamos robado a Telegram.
Ya que el camping del FIB desaloja a las 12:00 (tal cual y puntuales) y nosotros teníamos un viaje de 8 horas al día siguiente nos vimos obligados a abandonar la fiesta y escuchar el final ya desde la tienda, una autentica pena.